Entrevista Revista Convivimos

Comparto el reportaje de Revista Convivimos, donde publicaron mi trabajo sobre fotografía de aves en alta velocidad y con un bellísimo texto de María Ines Balbín.

2-Comparto la entrevista que me realizaron para revista Convivimos.
Más allá de nuestros ojos.
Las pájaros, amos del aire, nos regalan visiones fugaces de libertad.
Un destello sedoso de plumas que acaricia el aire, un canto que nos inunda el alma, una mirada redonda y furtiva, un batir de alas que en un instante se desvanece y el vuelo, ese sueño de libertad que anhelamos los seres humanos desde el principio de los
tiempos…

Los pájaros siempre han ejercido una especial fascinación sobre el hombre, y nuestros pueblos originarios no han sido la excepción. Su rica tradición cultural da vida a un mundo misterioso y sobrenatural de plumas y trinos, de pájaros magos y flores encantadas donde la esencia y el comportamiento de sus protagonistas adquieren un sentido más allá de la comprensión. A veces amables, otras tantas crueles, las leyendas de nuestra tierra destilan una gran poesía.
Cuentan los guaraníes, por ejemplo, que las almas de los hombres, al morir, abandonan sus cuerpos y se ocultan dentro de las flores a la espera del pequeño Mainumbí o picaflor. Éste vuela presuroso de corola en corola en busca de aquellas almas que aguardan para ser guiadas a Tupá, el buen dios del cielo.
Aún hoy en día, podemos vislumbrar, a nuestro alrededor, atisbos de ese ancestral mundo fantástico. Una heliconia de colores furibundos atrae como una sirena a un colibrí que parece suspendido en un mar azul de aire, en un tiempo sin tiempo. Un diminuto Mielero de cejas blancas roba el néctar de una corola vibrante, ante la mirada atónita de un colibrí. Una pequeña gran batalla que se libra sobre una rama tortuosa. Escenas que parecen salidas de la paleta de un pintor -o de la magia de un chamán- y, sin embargo, pertenecen, absolutamente, a la vida real.
En estas magníficas fotografías, sin trucos ni artificios digitales, el artista ha logrado plasmar con gran maestría una serie de momentos únicos e irrepetibles del devenir de las aves en su estado silvestre. ¿Cómo distinguir en detalle una partida precipitada, un descenso vertiginoso, un aleteo distante? Sólo su profunda sensibilidad, su sentido de la composición, su paciencia y su pericia han podido capturar la infinita belleza natural y la fugacidad de esos instantes tan esquivos para el ojo humano.
Los pájaros siempre tendrán ese poder de asombrarnos, de mostrarse sin dejarse ver. No importa cuánto intentemos desentrañar su mundo: lo que suceda más allá de nuestros ojos, en el cielo -allí donde se pierde la vista-, seguirá siendo una incógnita.
María Inés Balbín.

 

Convivimos Nota Nico Perez2

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